Pues en cierto modo esto trata de filosofar. Entendiendo la cuestión de los temas a tocar se enmarcan en la continua evolución del pensamiento, es lo mismo que cuando vemos que la evolución de la filosofía es un proceso en constante desarrollo que abarca miles de años de indagación, cuestionamiento y reflexión sobre los aspectos fundamentales de la existencia humana y del mundo en el que vivimos. A lo largo de la historia, la filosofía ha experimentado transformaciones, ha abordado diversas temáticas y ha adoptado diferentes enfoques y métodos, adaptándose a los cambios culturales, científicos y sociales.

La filosofía tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles sentaron las bases de la disciplina, investigando cuestiones relacionadas con la ética, la política, la metafísica y la epistemología. Estos primeros filósofos buscaban comprender el mundo a través de la razón y el diálogo, planteando preguntas esenciales sobre la naturaleza de la realidad, el conocimiento y el propósito de la vida humana.

A lo largo de los siglos, la filosofía se expandió y se desarrolló en diferentes tradiciones y corrientes de pensamiento. En la Edad Media, por ejemplo, la filosofía estuvo influenciada por la teología cristiana, con figuras destacadas como Santo Tomás de Aquino, quien intentó reconciliar la fe con la razón filosófica.

Durante la Ilustración, en los siglos XVII y XVIII, la filosofía se alejó de la autoridad religiosa y se centró en la razón y la evidencia empírica. Filósofos como René Descartes, John Locke, David Hume e Immanuel Kant exploraron temas como la naturaleza del conocimiento, los derechos humanos, la moral y la relación entre individuo y sociedad.

En el siglo XIX, la filosofía experimentó una diversificación aún mayor, con corrientes como el idealismo alemán (representado por filósofos como Georg Wilhelm Friedrich Hegel), el positivismo lógico (desarrollado por pensadores como Ludwig Wittgenstein) y el existencialismo (promovido por figuras como Jean-Paul Sartre y Friedrich Nietzsche). Estas corrientes filosóficas exploraron la conciencia, la subjetividad, la libertad, la existencia humana y la relación con el mundo.

En el siglo XX y más allá, la filosofía continuó evolucionando y se desarrollaron nuevas áreas de investigación, como la filosofía de la mente, la filosofía de la ciencia, la ética aplicada, la filosofía del lenguaje y la filosofía de la tecnología. La filosofía también se ha acercado a otras disciplinas, como la psicología, la sociología, la neurociencia y la inteligencia artificial, buscando una comprensión más completa y multidisciplinaria del ser humano y su entorno.

La evolución de la filosofía implica una constante revisión y reevaluación de las ideas y conceptos filosóficos, así como la incorporación de nuevas perspectivas y enfoques. Aunque algunos debates filosóficos pueden parecer recurrentes, la filosofía evoluciona en respuesta a los avances en el conocimiento humano y a los cambios en la sociedad.

Por lo que si esto va de filosofar, sí va de ésto, de transcenderse a uno mismo en sus ideas, en todos estos campos en los que uno se ve inmerso en el contexto que vive, tal como José Ortega y Gasset planteaba que “el hombre es él y su circunstancia”, bien merece la pena entender los porqués que se derivan de dichas circunstancias que condicionan nuestra manera de pensar y actuar.